La actividad del sector Comercio y Servicios nuevamente se contrajo fuertemente al cierre del año 2020. La variación real de las ventas globales en el cuarto trimestre marcó un retroceso de -15,8% interanual, el mayor desde que la medición se hace con la nueva metodología (segundo trimestre 2019).
 
El impacto del COVID-19 en el sector en términos económicos aún persiste, a lo cual se adiciona el incremento de casos registrado a partir del mes de noviembre del pasado año y sus efectos negativos de especial magnitud en la zafra comercial y temporada turística. En concreto, el 36% de las empresas encuestadas estableció que el aumento de casos de fines de noviembre de 2020 generó un impacto negativo sobre su actividad comercial en el cierre del año.
 
A nivel de rubros, se destacó la caída registrada en supermercados (de -5.9%), lo cual contrasta con los registros del segundo y tercer trimestre, cuando había mostrado crecimientos moderados. También se observaron cambios en el ritmo de evolución de las ventas para algunos rubros: hoteles y agencias de viajes, si bien mostraron nuevamente retrocesos de importancia, de entre 14,6% y 17,5% interanual, mejoraron sus registros respecto a las extraordinarias caídas observadas en los períodos previos. En el caso de restaurantes y confiterías los guarismos de caída se mantuvieron en el entorno del 20%, en esta oportunidad la contracción trimestral fue de -19.6%.
 
Asimismo, los diferentes indicadores en términos anuales, también reflejan el impacto de la pandemia en el sector. Las ventas reales totales retrocedieron en forma extraordinaria, un -7,9% respecto a 2019, destacándose la caída en las ventas de servicios, con una contracción de -15,8%. Pocos rubros mostraron un desempeño positivo: fue únicamente el caso de informática y jugueterías (con incrementos de 4,6% y 5,4% respectivamente). Por el contrario, la situación general fue de retrocesos marcados: ópticas, agencias de viajes, restaurantes y confiterías, papelería y oficina, electrodomésticos, indumentaria y hoteles fueron los que retrocedieron en forma más pronunciada. Incluso, en algunos casos como restaurantes y confiterías y hoteles, las caídas fuertes de 2020 se suman al escenario de contracción ya evidenciado en 2019.

Cuando se analizan los registros de ventas por tamaño de empresas, las microempresas fueron las más impactadas, con un retroceso anual de -19,4%, al tiempo que las grandes mostraron la mejor performance, con una variación nula (0,0%). Los bienes no durables mostraron una evolución con menor afectación, con -0,4% de caída (aunque con retrocesos de importancia en el cuarto trimestre).
El índice de difusión por rubros cerró el año 2020 alcanzado un guarismo de 13% (igual valor que registró en el cuarto trimestre), es decir de los 15 rubros relevados en el informe, 13 de ellos evidenciaron caída en sus niveles de venta.
 
Nuevamente el plazo esperado de afectación de la actividad a causa del COVID-19 aumentó, en esta oportunidad en promedio alcanzó los 5 trimestres, es decir: las empresas esperan una vuelta a la normalidad recién para dentro de 15 meses. Un aspecto que se adiciona a la extensión del plazo, respecto a las anteriores mediciones, es que la brecha de las mediciones entre los diferentes rubros con mayor y menor plazo de afectación se redujo considerablemente.
 
Asimismo en términos de expectativas para el comienzo del año 2021, el índice de difusión por empresa esperado para el primer trimestre se ubica en 17%. Esto significa que un 41% de las empresas encuestadas establecieron que sus niveles de venta se mantendrían respecto a los registros previos, y un 42% espera un escenario de contracción. Por tipo de bien, son las empresas dedicadas a servicios las que muestran los guarismos más bajos en términos de expectativas, mientras que las dedicadas a bienes no durables son las que muestran registros más favorables (aunque reducidos).