Empresarios y autoridades públicas contra el informalismo y el contrabando

INSTITUCIONAL

27/07/2022
Empresarios y autoridades públicas contra el informalismo y el contrabando

Empresarios y autoridades de la Intendencia de Montevideo y la Dirección Nacional de Aduanas se reunieron para coordinar acciones contra el informalismo y el contrabando

La Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSUy) convocó el martes 26 de julio a autoridades de la Intendencia de Montevideo (IM) y de la Dirección Nacional de Aduanas con el objetivo de dimensionar la problemática y principales causas del informalismo y el contrabando, así como su impacto en los diferentes rubros que conforman al sector comercio.

En el encuentro participó el director Nacional de Aduanas, Jaime Borgiani, el prosecretario de la IM, Daniel González, y el gerente del Servicio de Convivencia Departamental, Facundo Pérez. Además, asistió el presidente de la Cámara, Julio César Lestido, el equipo del Departamento de Estudios Económicos integrado por la asesora económica de la institución, Ana Laura Fernández y la economista Carla Sendic; Santiago Macció, gerente de gremiales.

En representación de los rubros afectados, participaron autoridades de las siguientes gremiales: alimentos y bebidas, juguetes, ópticas, productos veterinarios, vestimenta y calzado, neumáticos, así como representantes de las principales avenidas comerciales, y expertos en el combate de la piratería y falsificación de marcas. 

El objetivo de la reunión fue dar continuidad al trabajo conjunto entre el sector público y privado para definir y coordinar las estrategias de acción para lograr un combate al informalismo. La CCSUy se plantea entre sus principales desafíos apoyar y defender las actividades formales, la competencia leal y el cuidado y protección de la propiedad intelectual, en detrimento de la venta informal, el contrabando, la evasión impositiva, y otras prácticas ilegales de comercialización.

Algunas de las principales preocupaciones que fueron expuestas por los representantes privados fueron la competencia desleal que se genera para las empresas formalmente establecidas y la venta de mercadería que ingresa de contrabando al país, no sólo sin el pago de los aranceles correspondientes, sino también evadiendo controles e intervenciones que actualmente se exigen por parte de los diferentes organismos públicos (intendencias, MSP, LATU, MIEM, URSEA, entre otros).

    


Durante la reunión, los representantes empresariales subrayaron la importancia de poder reforzar las acciones de control e inspección en los momentos de zafra comercial, en particular se mencionó la próxima celebración del Día del Niño. También, se intercambió respecto al gran impacto que tiene el avance del informalismo no sólo en la actividad comercial, sino también en la salud y bienestar de la sociedad. Por ejemplo, se mencionó la comercialización de alimentos, lentes, juguetes y medicamentos, sin los controles correspondientes de las autoridades sanitarias del país.

Desde la Cámara de Comercio y Servicios señalan que este contexto de ilegalidad no sólo se produce en la puerta de entrada al país, sino también  en su proceso de comercialización en el mercado local, en particular a través de la instalación de puestos de venta ambulante no autorizados, que muchas veces se encuentran ubicados en las mismas zonas comerciales donde están instalados los comercios formales, así como también a través de los canales digitales. 

Estos hechos tienen un gran impacto en la actividad comercial ocasionando un alto perjuicio al comercio formalmente establecido, que es un genuino generador de fuentes laborales e ingresos públicos tanto para el gobierno departamental como nacional. Asimismo, no quedan dudas que este tipo de actividades ilegales pone en riesgo tanto la salud como el bienestar de toda la sociedad uruguaya.

Si bien se destacó el fenómeno del informalismo es una problemática multicausal, se manifestó que es “imperioso trabajar de forma coordinada” entre los diferentes actores, sobre cada uno de los factores que hoy permiten el desarrollo de las actividades informales, transformándose en una verdadera amenaza para la supervivencia de las empresas, el desarrollo de la actividad del país y particularmente del mercado laboral, así como también de los ingresos tributarios nacionales. 

Finalmente, consideraron que se debe valorar la importancia y necesidad de construir un camino hacia la formalidad, “generando una cultura de previsión y responsabilidad social donde la educación cobra un rol fundamental”. De lo contrario se estaría poniendo en riesgo la salud y el bienestar de toda la sociedad.