29/06/2015
Salarios: presión sindical y pesimismo empresarial
El ministro de Economía, Danilo Astori, fue interrogado ayer en un foro de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa respecto a cuáles serán las principales características de los lineamientos, pero no fue explícito. “Estamos trabajando para en los primeros días de la próxima semana tener una respuesta precisa. Debe haber equilibrios entre la política en materia de inflación, fiscal y de ingresos”, señaló. También sostuvo que “estamos preocupados por evitar que los niveles que han sido alcanzados hasta ahora en materia de poder adquisitivo de los ingresos tengan retrocesos”.
Astori, que ha dicho que no cree que el alza de los salarios tenga efectos inflacionarios, quiere evitar que se hable de desindexar las remuneraciones. “Creo que es uno de los verbos que nos puede conducir a confusiones y a desenfocar totalmente la discusión. A veces terminamos discutiendo de un número y no de un concepto, y a veces terminamos discutiendo sobre un verbo. (…) No quiero quedar preso de una discusión sobre un verbo porque nos hace mal a todos”, dijo el ministro.
El jueves el director de Trabajo, Juan Castillo, había ido un poco más allá al decir que los tres objetivos del gobierno en esta ronda son que mejoren los salarios más sumergidos, el mantenimiento en términos reales de los sueldos y la preservación de los empleos.
Pero el Pit-Cnt, que esta semana emitió un comunicado en el que advirtió que no aceptaría ningún tipo de desindexación, sigue en guardia. Marcelo Abdala, secretario general de la central sindical, dijo a El País que “queremos ver todo negro sobre blanco; en la negociación salarial se tiene que mantener el salario real y tiene que haber una recuperación sensata”. “Preferimos esperar”, agregó.
Del lado empresarial, Washington Corallo, presidente de la Cámara de Industrias, dijo a El País que hay sectores manufactureros volcados a la exportación que atraviesan dificultades y que deberían contemplarse con cautela las diferentes situaciones. Por ejemplo, la cámara cree que se podría establecer una correlación entre los porcentajes de incremento salarial a otorgar y la evolución de los precios de exportación. La cámara de los industriales asume que hasta mediados de 2016 el panorama regional seguirá básicamente igual de complicado y que, mientras tanto, la prioridad debería ser la conservación de los empleos.
Andrés Fostik, presidente de la Comisión Socio Laboral de la cámara, ha planteado directamente que, en algunos casos, los salarios industriales deberían caer para que las empresas no pierdan competitividad.
En esta etapa, la Cámara Nacional de Comercio y Servicios actuará básicamente como observadora porque la negociación en la mayoría de las ramas comerciales comenzará recién el próximo año, dijeron a El País fuentes de la gremial. Pero la cámara, que analizó el jueves la situación, considera que al final el gobierno determinará lineamientos flexibles pero que en ningún caso supondrán una caída del poder adquisitivo de los trabajadores.
En la cámara se evaluó como una señal fuerte que el presidente Tabaré Vázquez visitara el congreso de la central sindical. “No se van a poner en contra de los sindicatos”, dijeron las fuentes. En la inauguración del congreso del Pit-Cnt, Vázquez se reivindicó como un trabajador.
Respecto a los lineamientos, las fuentes dijeron que “no vamos a apurar el carro”. “Discutimos el tema pero todavía no hay una postura. Las conversaciones que comenzarán serán un banco de prueba para nosotros”, agregaron. De todas formas, en la cámara se nota que en los comercios no se está tomando personal nuevo aunque no se ha llegado todavía a una situación de pérdida de empleos, como sí ocurre ya en la construcción y en el sector lácteo. La situación es de “pesimismo moderado”, agregaron las fuentes.
También comentaron que los lineamientos “pueden no significa nada” si luego trabajadores y empleadores definen algo diferente y el Ejecutivo no asegura el cumplimiento de esas pautas, como ya ha ocurrido en el pasado. Enfatizaron que “el escenario cambió y se asume un crecimiento del PIB anual de no más del 2,8% anual”, por lo que sería “ilógico” que se mantuvieran sin cambios lineamientos anteriores.
Tanto el sector privado como la central sindical asumen que en la semana próxima el gobierno convocará a un nuevo Consejo Superior de Salarios, apenas se conozcan los lineamientos oficiales, tras el Consejo de Ministros del lunes. La cámara quisiera que se diesen más posibilidades a las empresa de solicitar “descuelgues” de los convenios que se pacten y la posibilidad de desligar los salarios altos de la evolución de la inflación.
El sindicato del comercio (Fuecys) también marcó la cancha. Su presidente, Ismael Fuentes, dijo a El País que en el comercio, si bien no se está incrementando el desempleo, tampoco se está tomando gente, y la postura sindical sigue siendo que las remuneraciones deben mejorar al mismo ritmo que el conjunto de la actividad económica. “No creemos que haya una crisis profunda”, señaló. En el sector comercial que emplea más personal se negociará el año próximo, pero en julio comenzarán las tratativas en clubes deportivos, kioskos y autoservicios.
Paro y reclamo en Economía.
Según el Pit-Cnt, más de 10.000 trabajadores se concentraron ayer sobre las 12.30 ante el Ministerio de Economía y Finanzas para reclamar más negociación colectiva en el sector público y un presupuesto “de cara a las grandes mayorías populares”. El dirigente de la enseñanza pública, José Olivera, dijo que los sindicatos esperan una pronta convocatoria del Poder Ejecutivo antes de que se vote el Presupuesto.
EL ESCENARIO PARA LOS CONSEJOS DE SALARIOS.
Gobierno. Cuidar la fuente laboral.
Prudencia. El ministro de Economía, Danilo Astori, ha dicho que en las negociaciones salariales se le debe dar prioridad a la preservación de los empleos.
Desempleo. El desempleo se ubicó en abril pasado en 8,1%, el nivel más alto desde mayo de 2010 y las exportaciones vienen cayendo (entre enero y mayo las ventas al exterior declinaron 8,1%, aunque el gobierno considerada moderada esa caída). Este es el contexto de desaceleración en el que recomienzan las conversaciones salariales. El gobierno a su vez está muy condicionado por el elevado déficit fiscal que se ubicó en 3,7% del Producto Interno bruto en abril pasado.
Empresas. Más flexibilidad.
Coyuntura. La Cámara de Industrias quiere que los lineamientos sean flexibles, y contemplen a los sectores que están en dificultades. La gremial cree que la situación complicada en la región se extenderá al menos por un año más. En términos generales, en la industria se pagan mejores salarios que en otros sectores.
Comercio. La Cámara de Comercio esperará el desarrollo de los próximos Consejos de Salarios porque la mayoría de sus asociados comienza a negociar recién el próximo año, pero ya advierte que las empresas no están tomando personal y que se espera una retracción en el consumo que puede incidir en el empleo.
Sindicatos. Puede haber aumentos.
Mínimo. La central sindical quiere que el salario mínimo llegue a $15.000 (hoy está en $10.000). El sindicato de la bebida (Foeb) ha advertido que en ningún caso se debería aceptar la desindexación salarial que el ex ministro de Economía, Mario Bergara, planteó el año pasado como posibilidad.
Estatales. COFE (que reúne a los trabajadores de la Administración Central) realizó ayer una movilización en reclamo de mejoras salariales. Los sindicatos de la enseñanza reclaman que la educación pública reciba el 6% del Producto Interno Bruto, un objetivo al que el gobierno dice que “tenderá” pero cuyo cumplimiento no ha asegurado.